Los ataques de pánico dan mucho miedo. Y no
solamente a la persona que los experimenta.
Ver a un amigo o
un ser querido teniendo un ataque de pánico puede ser muy preocupante. Están
tan angustiados, desorientados y asustados que te da terror hacer algo que
pudiera empeorar su situación.
He sufrido de
ataques de ansiedad en varios momentos de mi vida adulta. He encontrado que la
mejor manera de ayudarme es que me distraigan con cualquier cosa, desde hablando
sobre lo que ha pasado en un programa de televisión la noche anterior hasta
contándome una broma. También cuando me recuerdan que ya he pasado por esto
antes y he sobrevivido, y lo haré de nuevo.

Expertos concuerdan en que "un ataque de
pánico puede tener múltiples síntomas, usualmente cuatro o más, que incluyen:
enrojecimiento, sudoración, falta de aliento, sensación de ahogo, dolor en el
pecho, temblores, aceleración del corazón, mareos, nausea y también pensamientos
y preocupaciones acerca del peligro o miedo a morir.
Si ves a alguien
teniendo un ataque de pánico hay dos maneras en que puedes ayudarle:
respiraciones lentas y ayudarlo a aterrizar en el presente.
La respiración
lenta ayuda a recordarle al cuerpo que no está en peligro y corrige los niveles
de oxígeno, mientras que al aterrizarlo en el presente traemos su atención en
el ambiente que hay a su alrededor"
Hablé con algunas personas que sufren de ansiedad y les pregunté sobre lo
que les ha ayudado cuando tienen un ataque de ansiedad.
Leonie Slater,
actor
Una amiga se sentó en el piso
conmigo, sosteniéndome las manos y me hizo respirar igual que ella. Cada vez
que perdía el control, ella me tomaba de las manos otra vez y amablemente me
recordaba que respirara a su ritmo. Significó mucho para mi que ella fuera tan
paciente y amable.
Tracy Knatt,
blogger y escritora
¿Mi gata cuenta? Estaba muy
avergonzada de decirle a las personas que tenía ataques de ansiedad, pero mi gata, que es extremadamente antipática, se acostaba encima de mi y me dejaba
acariciarla. Esto de verdad me ayudaba a concentrarme en otra cosa.
Osk Petursdottir,
productor de televisión
La primera vez que tuve uno, estaba en el hospital por una situación distinta. Pensé que estaba teniendo un infarto, lo que
obviamente lo hizo más grave. Simplemente el que un doctor me dijera que estaba
teniendo un ataque de pánico y no un infarto me ayudó a disminuirlo.
Nikki Gibson,
madre de cuatro
Lo más útil que alguien ha hecho por mí durante un ataque de pánico fue
alejarme de la situación y hacer a un lado a otras personas que querían ayudar,
así tuve espacio.
Sostuvo mis manos
con los brazos extendidos mientras decía, muy baja, lenta y calmadamente, que
lo que yo pensaba que estaba sucediendo no estaba sucediendo, que había
sobrevivido a todo antes y lo volvería a hacer, pero que él estaría aquí hasta
que eso que yo sentía, desapareciera.
Sally Bunkham,
empresaria
Cuando sentía que tenía un ataque de pánico, mi mamá me decía: “sólo
recuerda, no puede hacerte daño y ciertamente no podrá matarte”.
No importa qué tan
malo se sienta, en realidad son solo sentimientos. Eso en verdad me ayudó.
Rhys Jones,
actor, blogger y profesor de drama
Lo mejor que he encontrado para ayudar a los niños es lograr que se
concentren en los latidos de su corazón. Si es posible, que cuenten los latidos
que tienen en un minuto.
Sie Crossley, socorrista
que ha ayudado a muchas personas con ataques de pánico

La respiración cuadrada (siguiendo la orilla de un objeto cuadrado con el dedo) o contar
los segundos de cada inhalación/exhalación realmente ayuda.
Decirle al
paciente que debe seguir su dedo a lo largo del borde del portapapeles,
sincronizando lentamente su inhalación alrededor del borde largo y corto, luego
la exhalación en el otro lado largo/corto.
Concentrarse en
la forma del cuadrado es una distracción tan sutil que la gente no se da cuenta
de que eso es lo que estás haciendo.
La mayoría de las
personas también tienen algo cuadrado cerca: un teléfono, un cojín, una carta, cualquier
cosa puede servir, y mientras lo hacen, distraerlos hablándoles sobre otras cosas.
Jo Jessop
Maloney, consultor de relaciones públicas y experto en comunicaciones
Encuentro que lo mejor es cuando la otra persona se queda tranquila y habla
contigo mientras mueve su mano hacia arriba y hacia abajo para ayudarte a
recuperar un patrón de respiración normal.
Mattie Edwards,
madre de dos y maestra
Una vez salí de compras cuando tuve un ataque de pánico de la nada.
Afortunadamente,
un amable asistente de ventas parecía saber lo que me estaba sucediendo y me
llevó a una silla en un lugar apartado y callado.
Estuvo hablándome
literalmente todo el tiempo que estuvo conmigo, me decía lo ocupada que estaba la
tienda ese día y describía cosas a nuestro alrededor.
El ataque pasó
una vez que me estaba enfocando en otra cosa.
Artículo original, en inglés:

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