sábado, 2 de junio de 2018

“Sólo recuerda: no puede lastimarte”: cómo puedes ayudar a alguien cuando tiene un ataque de pánico



Los ataques de pánico dan mucho miedo. Y no solamente a la persona que los experimenta.

Ver a un amigo o un ser querido teniendo un ataque de pánico puede ser muy preocupante. Están tan angustiados, desorientados y asustados que te da terror hacer algo que pudiera empeorar su situación.

He sufrido de ataques de ansiedad en varios momentos de mi vida adulta. He encontrado que la mejor manera de ayudarme es que me distraigan con cualquier cosa, desde hablando sobre lo que ha pasado en un programa de televisión la noche anterior hasta contándome una broma. También cuando me recuerdan que ya he pasado por esto antes y he sobrevivido, y lo haré de nuevo.


Expertos concuerdan en que "un ataque de pánico puede tener múltiples síntomas, usualmente cuatro o más, que incluyen: enrojecimiento, sudoración, falta de aliento, sensación de ahogo, dolor en el pecho, temblores, aceleración del corazón, mareos, nausea y también pensamientos y preocupaciones acerca del peligro o miedo a morir.

Si ves a alguien teniendo un ataque de pánico hay dos maneras en que puedes ayudarle: respiraciones lentas y ayudarlo a aterrizar en el presente.

La respiración lenta ayuda a recordarle al cuerpo que no está en peligro y corrige los niveles de oxígeno, mientras que al aterrizarlo en el presente traemos su atención en el ambiente que hay a su alrededor"

Hablé con algunas personas que sufren de ansiedad y les pregunté sobre lo que les ha ayudado cuando tienen un ataque de ansiedad.


Leonie Slater, actor

            Una amiga se sentó en el piso conmigo, sosteniéndome las manos y me hizo respirar igual que ella. Cada vez que perdía el control, ella me tomaba de las manos otra vez y amablemente me recordaba que respirara a su ritmo. Significó mucho para mi que ella fuera tan paciente y amable.


Tracy Knatt, blogger y escritora

            ¿Mi gata cuenta? Estaba muy avergonzada de decirle a las personas que tenía ataques de ansiedad, pero mi gata, que es extremadamente antipática, se acostaba encima de mi y me dejaba acariciarla. Esto de verdad me ayudaba a concentrarme en otra cosa.


Osk Petursdottir, productor de televisión

La primera vez que tuve uno, estaba en el hospital por una situación distinta. Pensé que estaba teniendo un infarto, lo que obviamente lo hizo más grave. Simplemente el que un doctor me dijera que estaba teniendo un ataque de pánico y no un infarto me ayudó a disminuirlo.


Nikki Gibson, madre de cuatro

Lo más útil que alguien ha hecho por mí durante un ataque de pánico fue alejarme de la situación y hacer a un lado a otras personas que querían ayudar, así tuve espacio.
Sostuvo mis manos con los brazos extendidos mientras decía, muy baja, lenta y calmadamente, que lo que yo pensaba que estaba sucediendo no estaba sucediendo, que había sobrevivido a todo antes y lo volvería a hacer, pero que él estaría aquí hasta que eso que yo sentía, desapareciera.


Sally Bunkham, empresaria

Cuando sentía que tenía un ataque de pánico, mi mamá me decía: “sólo recuerda, no puede hacerte daño y ciertamente no podrá matarte”.
No importa qué tan malo se sienta, en realidad son solo sentimientos. Eso en verdad me ayudó.


Rhys Jones, actor, blogger y profesor de drama

Lo mejor que he encontrado para ayudar a los niños es lograr que se concentren en los latidos de su corazón. Si es posible, que cuenten los latidos que tienen en un minuto.


Sie Crossley, socorrista que ha ayudado a muchas personas con ataques de pánico


La respiración cuadrada (siguiendo la orilla de un objeto cuadrado con el dedo) o contar los segundos de cada inhalación/exhalación realmente ayuda.
Decirle al paciente que debe seguir su dedo a lo largo del borde del portapapeles, sincronizando lentamente su inhalación alrededor del borde largo y corto, luego la exhalación en el otro lado largo/corto.

Concentrarse en la forma del cuadrado es una distracción tan sutil que la gente no se da cuenta de que eso es lo que estás haciendo.
La mayoría de las personas también tienen algo cuadrado cerca: un teléfono, un cojín, una carta, cualquier cosa puede servir, y mientras lo hacen, distraerlos hablándoles sobre otras cosas.


Jo Jessop Maloney, consultor de relaciones públicas y experto en comunicaciones

Encuentro que lo mejor es cuando la otra persona se queda tranquila y habla contigo mientras mueve su mano hacia arriba y hacia abajo para ayudarte a recuperar un patrón de respiración normal.


Mattie Edwards, madre de dos y maestra

Una vez salí de compras cuando tuve un ataque de pánico de la nada.
Afortunadamente, un amable asistente de ventas parecía saber lo que me estaba sucediendo y me llevó a una silla en un lugar apartado y callado.
Estuvo hablándome literalmente todo el tiempo que estuvo conmigo, me decía lo ocupada que estaba la tienda ese día y describía cosas a nuestro alrededor.
El ataque pasó una vez que me estaba enfocando en otra cosa.




Artículo original, en inglés:


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